miércoles, 8 de mayo de 2013




Yo soy entre otras cosas una ama de casa muy, muy comprometida y no me gusta nada tener que delegar la compra de la intendencia de mi hogar en manos de nadie (ni en las de mi marido).

Este tipo de carros como bien dicen mis compañeros es bastante pequeño y te obliga a tener que ir al centro comercial varias veces al mes, con la que a la larga me decanto por el no adaptado aunque con el "truco" de ir y venir con cosas en las piernas hasta el carro que suelo dejar cerca de la linea de cajas.

Otro inconveniente que le veo a este modelo de carro adaptado (no todos son así) es que el mecanismo de pinza daña el chasis de nuestras queridas "piernas" y lo cierto es que me duele en el alma cada rayón que le sale a mi ferrari.

En otros centros el amarre se hace mediante un sistema de cuerdas de nailon similar a las de las mochilas que permiten el control del carro sin dañarlo, pero en esta superficie comercial no te dejan sacar el carro después del pago en caja, con lo que hemos hecho un "pan con hostias". A ver como llevo ahora todo esto al coche.



En otro tipo de establecimiento comercial han optado por este otro sistema de anclaje, mucho más bondadoso con nuestros chasis, pero con el mismo problema de almacenaje. Se ve que comemos poco.

Hace algo más de un año solicite en otro centro al que también voy mucho que pusieran algún carrito adaptado ya que al ser una gran superficie tenían un montón de aparcamientos reservados y lo normal es que fuéramos PMR a realizar la compra. Al cabo de un mes me escribieron amablemente que sentían mucho que no hubiera podido realizar la compra con comodidad y ..... eso fue todo, un año después seguimos esperando a que se lo tomen en serio.


Ahora en una conocida gran superficie han renovado toda su flota de carros, los adaptados incluidos, y han añadido un carro eléctrico!!!! Y aquí es donde surge la picaresca. Cuando una persona con movilidad reducida o cualquier otro tipo de problema que le dificulte realizar las tareas cotidianas con normalidad encuentra gente amable en una tienda y se la hace fácil el "camino" repite cada vez que necesita. Por ello, las personas que trabajan en esa tienda te conocen y conocen como mejor ayudarte. Y por supuesto también conocen a aquellas personas que sistemáticamente se "aprovechan" de estas mejoras.
Dicen que siempre hay un roto para un descosido.