martes, 24 de agosto de 2010

En verano de piscina en piscina

Pues eso que con el maravilloso tiempo del que disfrutamos en estas maravillosas tierras de mis antepasados, ayer tras pasar por la consulta de Carlos (visita obligada cada vez que vengo hasta aquí) y la imprescindible compra en Mercadona (en el Pais Vasco no tenemos acceso a su excelente droguería) nos decidimos a comer en los chiringuitos de Coria. Nos pasamos el tiempo recordando cuando eramos pequeñas y con nuestros padres y tios, pasabamos el día junto al rio, bañandonos, pescando y cogiendo cangrejos.

Que lejos se ven esos días desde la silla.


Despues decidimos darnos un chapuzón y como las aguas del rio, no son muy recomendables, nos acercamos hasta las piscinas municipales de Coria. Mientras nos acercabamos, como siempre, ese nudo en el estómago ante la incertidumbre de qué vamos a encontrarnos.

La primera impresión no fue muy buena. Como la piscina no es muy utilizada por personas con movilidad reducida, el baño adaptado estaba cerrado con llave y su estado era desolador. No había pasado una escoba por allí desde que lo terminaron.



Pero bueno, es por que su uso es tan restringido que se han debido olvidar de que existía.

Al salir de los vestuarios casi me da un infarto



Pero es la costumbre que no me deja ver más alla, y más alla había una pequeña acera que bordea el edificio de vestuarios y termina en un caminito que llega a la zona del cesped de las piscinas. Así que allí nos dirigimos con mi super 4x4, todoterreno empujado por mi estupendo maradio, que si no fuera por él no podría salir de casa.

Hacia muchos años que no ibammos a las piscinas de Coria y no las recordaba como las vi, bueno es que las mejoraron el año pasado y han quedado estupendas. Me comentó la socorrista que ahora todas las piscinas recreativas deberían de medir no más de metro cincuenta de profundidad y el agua debía de llegar al borde y sobre todooooooo!!!!!!!!!!!



Sí, como lo veis, esta maravillosa silla te permite introducirte y salir del agua sin ayuda externa y cada vez que lo desees. Es una silla hidráulica con un mecanismo no excesivamente complicado y que en cuanto vuelva a casa voy a enterarme cuanto cuesta para hacerselo saber a todos los municipios, por que en serio que es lo más facil y cómodo que he conocido.

Un gran aplauso a la persona que se ha encargado de la reforma de las pisicinas de Coria.

1 comentario:

Andoni dijo...

La piscina de Cabieces posee una adaptación estupenda para personas con movilidad reducida (fíjate que yo no soy muy dado a aceptar cualquier cosa por adaptada).Posee un personal receptivo y amable, unos vestuarios estupendos y una silla eléctrica tipo grúa para entrar y salir del agua. Pero como siempre prevalece la mala educación y poca sensibilidad de la gente, pues cantidad de veces al ir a utilizar los vestuarios me los encontrado ocupados por personas que tienen justo a 2 metros unos enormes y maravillosos, e incluso algunos con cambiadores para niños, pero no, tiene que ser el adaptado, a pesar de estar la puerta pintada con el anagrama gigante.
Andoni Moreno